El 2011 se queda grabado a fuego dejando un montón de heridas que cicatrizarán, pero que seguirán ahí para recordarme que este año me ha enseñado la cara más fea de la vida. Aún así sigo pensando que de todas las experiencias salimos reforzados, conociéndonos más a nosotros mismos y a los que tenemos alrededor. En esos momentos es cuando te das cuenta de quién va a estar a tu lado pase lo que pase (os advierto que eso lleva consigo un montón de decepciones...). Así que gracias de ♥ a los que habéis estado ahí.
Y, a pesar de todo, también he vivido cosas bonitas y he conocido a gente estupenda con la que compartir lo que cada día me gusta más, la fotografía, que me ha ayudado tantísimo en mis ratos (buenos y malos).
Me quiero quedar con lo bueno y desear a todo el mundo un 2012 lleno de luz y de deseos cumplidos.
Que no nos falte la fuerza para afrontarlo todo!!!
P.D: Lo sé,con el final del año se me ha acentuado la cursilería...:D
